Ingredientes:
- Un kilo de almendra molida
- 500 gramos de azúcar
- 6 huevos L
- La ralladura de tres limones
- Cabello de ángel
- Obleas redondas o una plancha de oblea
- Azúcar glas
Preparación:
En un cuenco grande mezcláis la almendra molida con el azúcar y la ralladura de los limones. Cuando esté todo bien mezclado, añadís los huevos, a temperatura ambiente, uno a uno. Vosotros mismos iréis viendo si necesita algún huevo más. Depende de la humedad de la almendra. A mí esa proporción me funciona siempre.
Cuando hayáis integrado los huevos, dejáis reposar la mezcla una media hora.
Mientras descansa la masa, colocáis las obleas en una bandeja de horno.
Una vez pasado el tiempo de reposo, hacéis bolas con la masa, del tamaño de una albóndiga, le hacéis con el dedo pulgar un agujero, le metéis una cucharadita de cabello de ángel y lo cerráis bien. Esa parte es la que ponéis en la oblea. Así con toda la masa.
Les ponéis por encima un poco de azúcar y los cocéis en el horno precalentado a 180 grados durante 20 minutos. Tenéis que ver que se empiezan a dorar.
Los sacáis a una rejilla y dejáis que se enfríen un poco antes de espolvorearlos con azúcar glas.
Observaciones:
Si no os gusta el cabello de ángel, podéis hacerlos sin este. Simplemente no lo ponéis y punto. El resto de la receta es igual.
Con esa cantidad de ingredientes os saldrán unos 50 cordiales.
El pie de tarta tan ideal me lo ha regalado mi compa Pilar. ¡Muchísimas gracias!
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