A veces hay recetas sencillas a las que no damos importancia y, cuando las haces, resulta que son las que más alaban en casa. Una de ellas es esta de "patatas volcadas" que hace mi cuñada Toñi y que repito una y otra vez para acompañar infinidad de platos. Se pueden preparar con antelación, a falta de meterlas en el horno.
Ingredientes:
(Para 5 personas)
- 8 o 10 patatas del mismo tamaño
- Aceite de oliva
- Romero
- Tomillo
- Pimienta negra
- Sal
Preparación:
El tamaño de las patatas en esta receta es muy importante para que todas se cocinen por igual. Tenedlo en cuenta.
Laváis las patatas, las secáis con papel absorbente y las partís por la mitad. Les hacéis unos cortes y las sazonáis con sal, pimienta negra, tomillo y romero, picados.
Las ponéis boca abajo en una fuente de horno y le vertéis aceite de oliva hasta cubrir un dedo de la bandeja. No os asustéis por la cantidad porque ese aceite no se tira. Lo coláis y lo utilizáis para otras recetas. Tiene un magnífico sabor a romero y tomillo. Perfecto para cuajar una tortilla de patatas, por ejemplo.
No hace falta que precalentéis el horno. Metéis la fuente a 200 grados y unas patatas medianas estarán listas en 30 minutos. Como siempre, depende de cada horno.
Y listo. Están deliciosas y a mis hijos les chiflan.
Observaciones:
¡Ojo! No hay que pelarlas.
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