Y así, sin darnos cuenta, nos hemos plantado en el último domingo de noviembre. La receta de hoy es de aprovechamiento. Con una pechuga que tenía en el frigorífico y cuatro ingredientes más he preparado una tarta tan fácil como esta. La acompañáis de una ensalada y ya tenéis una cena completa.
Ingredientes:
- Una plancha de hojaldre
- Una pechuga de pollo
- Tomates cherry
- Unas hojas de hierbabuena
- 3 huevos
- 200 ml de nata
- 100 gramos de queso parmesano
- Sal
- Pimienta negra
- Nuez moscada
Preparación:
Es una tarta facilísima de preparar. He escogido un molde rectangular porque así era la plancha de hojaldre que me quedaba. La ponéis en el molde, la pincháis con un tenedor y la cubrís con legumbres o bolas cerámicas y la metéis en el horno precalentado a 180 grados unos diez minutos.
Mientras, en un bol batís los huevos con nata, la sal, la pimienta y media cucharadita de nuez moscada. Les añadís la pechuga troceada, el queso parmesano rallado o a trocitos y removéis. Reserváis.
Sacáis el molde del horno, quitáis las legumbres y, cuando se enfríe el hojaldre, le vertéis la mezcla de pollo y huevos, le intercaláis los tomates cherry cortados por la mitad y las hojas de hierbabuena. En 35 minutos estará listo. El horno sigue a 180 grados y lo ponéis en el centro, encima de la rejilla.
Observaciones:
Como os podéis imaginar, esta tarta da mucho juego con los ingredientes que tengáis vagando por el frigorífico. El caso es no desperdiciar comida ni tirarla a la basura.
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