Ingredientes:
- 250 gramos de harina de trigo
- 250 gramos de azúcar
- 3 huevos
- Una cucharadita de extracto de vainilla
- 80 ml de aceite de oliva
- 100 ml de leche entera
- Un sobre de levadura química
- 100 gramos de pepitas de chocolate
Preparación:
Ponéis en un cuenco grande los huevos y el azúcar y lo batís con unas varillas eléctricas o manuales a velocidad alta durante unos cinco minutos Seguís batiendo y añadís el aceite de oliva poco a poco, la leche y el extracto de vainilla.
Ahora, la harina tamizada con la levadura y lo integráis todo con la ayuda de una espátula hasta que no queden grumos.
Esta mezcla la tenéis que meter en el frigorífico una media hora aproximadamente. Pasado el tiempo, metéis las cápsulas de papel para magdalenas en una bandeja especial para hacer muffins –las mías son de la marca Wilton– y las rellenáis con la mezcla a la que añadís las pepitas de chocolate. Rellenáis las cápsulas hasta un poco más de la mitad y les ponéis por encima algunas pepitas más.
El horno tiene que estar precalentado a 200 grados, arriba y abajo, y la rejilla en la zona intermedia. Metéis la bandeja, bajáis la temperatura a 180 grados y las dejáis unos 10 minutos. Tenéis que estar muy atentos para que no se doren demasiado como me ha pasado a mí.
Observaciones:
Si utilizáis unas cápsulas más pequeñas, las magdalenas subirán más. Las que he puesto, aunque no lo podáis apreciar, son muy grandes. Por cierto, son un regalo de mi prima Eva de su viaje a Berlín. ¡Gracias de nuevo!
Mis bandejas son como esta de la foto de abajo pero, en esta ocasión, para magdalenas más grandes.
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