Aunque intento sobreponerme a la situación que estamos viviendo y mirar al futuro con optimismo, a veces me entra una tristeza infinita, y en otras ocasiones creo que todo es una pesadilla de la que despertaré, como supongo os pasará a la mayoría. En fin, tengo que ser paciente y esperar a que pase cuanto antes. Y como estoy segura de que saldremos de esto todos juntos y que debemos intentar, dentro de lo que cabe, vivir con algo de normalidad, os dejo la receta como habitualmente hago los domingos. Hoy he cocinado unas galletas de vainilla y chocolate que os van a alegrar el noveno día de confinamiento y que de manera virtual le mando a mi "murciano preferido del barrio del Carmen", que hoy cumple años.
Ingredientes:
Para la masa de vainilla:
- 113 gramos de mantequilla sin sal
- 100 gramos de azúcar glas
- Una yema de huevo
- Una cucharadita (5 gramos) de extracto de vainilla
- 160 gramos de harina
- Un pellizco de sal (un gramo)
Para la masa de chocolate:
- 113 gramos de mantequilla sin sal
- 100 gramos de azúcar glas
- Una yema de huevo
- Una cucharadita de extracto de vainilla
- 125 gramos de harina
- 30 gramos de cacao en polvo sin azúcar
- Un pellizco de sal (un gramos)
Preparación:
Si tenéis todo pesado y preparado, las masas se preparan en un santiamén. Importante que la mantequilla esté a temperatura ambiente.
En un bol, ponéis la mantequilla y el azúcar y lo batís con unas varillas manuales o eléctricas de 3 a 5 minutos hasta que la mezcla esté cremosa. A continuación, añadís la yema de huevo y el extracto de vainilla y seguís batiendo hasta mezclarlo todo muy bien. Ahora, la harina y la sal, y pasáis la masa a un papel film. Le dais forma de rectángulo con las manos, la envolvéis y la metéis en el frigorífico.
Lo mismo con la masa de chocolate: mantequilla y azúcar; yema de huevo y vainilla; harina, cacao y sal. Hacéis otro rectángulo de masa con las manos, lo envolvéis en el film y al frigorífico durante una hora.
No pasa nada si las masas se quedan más tiempo en el frigorífico.
Pasado el tiempo, las sacáis y, una a una, las estiráis con un rodillo entre dos papeles vegetales hasta conseguir un rectángulo de 24 x 30 cm aproximadamente.
Cuando los tengáis estirados, sobre el de vainilla ponéis el de chocolate y hacéis un rollo por la parte más larga. Lo envolvéis en papel vegetal y lo metéis de nuevo en el frigorífico otra hora.
Precalentáis el horno a 180 grados, sacáis el rollo de masa, le quitáis el papel y lo cortáis en rodajas. Vais poniendo las galletas separadas encima de una bandeja forrada con papel vegetal – os sirven los que habéis utilizado para estirar las masas– y las horneáis durante 12 minutos. En cuanto veáis que los bordes estén ligeramente dorados, estarán listas.
Las dejáis en la bandeja 5 minutos más fuera del horno y luego a una rejilla para que se enfríen completamente.
En una lata os duran varios días, si es que conseguís que os queden.
Observaciones: