No os puedo asegurar que es el mejor, pero sí que le ha encantado a todos los que lo han probado, incluida yo. Mis hijos son fans de este brownie con avellanas que siempre sale perfecto. Solo queda que os animéis a cocinarlo y os acostumbréis a que desaparezca en lo que dura un suspiro.
Ingredientes:
6 huevos
200 gramos de azúcar moreno
225 de azúcar blanca
350 gramos de mantequilla
200 gramos de chocolate fondant
75 gramos de harina
20 gramos de cacao en polvo sin azúcar
150 gramos de avellanas tostadas y peladas
Azúcar glas
Preparación: Yo he utilizado un molde de empanada de 38 x 26 cm. Normalmente las medidas son 35 x 25. El mío es algo extraño, jejeje. Lo forráis con papel para horno y lo engrasáis con mantequilla o spray antiadherente. Lo que tengáis en casa. Por un lado, batís en un cuenco durante 5 minutos las yemas, el azúcar moreno y la mitad del azúcar blanco. Podéis hacerlo con varillas manuales o eléctricas. Por otro lado, fundís la mantequilla con el chocolate durante 2 minutos en el microondas a máxima potencia. Removéis con unas varillas y comprobáis que el chocolate se haya fundido. Ahora añadís esta mezcla a la de las yemas y azúcar, y removéis. Tamizáis la harina con el cacao en polvo, la añadís y las avellanas tostadas troceadas. Ya solo queda batir las claras a punto de nieve y, cuando estén casi montadas, les agregáis el resto del azúcar blanco. Las incorporáis a la masa, poco a poco, con movimientos envolventes. Y lista para que la volquéis en el molde y la horneéis en el horno precalentado a 170 grados durante 25 minutos y otros 10 minutos más con la temperatura a 160 grados. Pasado el tiempo, sacáis el molde del horno y desmoldáis el brownie pasándolo a una rejilla para que se enfríe. Cuando esté frío, lo espolvoreáis con azúcar glas, siempre a través de un colador.
Observaciones: Este brownie es del libro "Recetas de fiesta", de Webos Fritos.
Se fue la Navidad, guardamos las recetas de roscones y la cocina vuelve a la normalidad. Esta vez con un pollo en salsa con setas del clásico libro de Simone Ortega "1080 recetas". Es un plato de fondo de armario con un resultado delicioso y la única pega es que pide pan a gritos. Nos vamos a permitir aunque sea la punta de la barra.
Ingredientes: (para cuatro personas)
8 muslos de pollo
400 gramos de setas variadas
Un vaso de vino blanco
1/2 vaso de agua
Una docena de cebollitas francesas
2 yemas de huevo
100 ml de nata
Mantequilla
Azúcar
Harina de maíz (Maizena)
Aceite de oliva
Sal y pimienta
Preparación: En una cazuela con aceite de oliva doráis el pollo salpimentado. Añadís la mitad de las cebollitas y las setas y las doráis también. Agregáis el vino y el agua y lo dejáis cocer unos 20 minutos a fuego lento. Mientras, ponéis el resto de cebollitas en un cazo cubiertas de agua con una cucharada de sal, dos de azúcar y una colmada de mantequilla y las cocéis hasta que estén tiernas. Las escurrís y las salteáis en una sartén con un poco de aceite. Las reserváis. En un cuenco, mezcláis las dos yemas con la nata y una cucharada rasa de harina de maíz disuelta en una cucharada de agua y se lo añadís al pollo. Removéis muy bien y lo dejáis cocer otros cinco minutos. Cuando esté listo, lo servís con las cebollitas reservadas. Observaciones: A este pollo le van que ni pintadas unas patatas fritas.