Ingredientes:
(Para 30 sneckens)
- 2 planchas de hojaldre rectangulares
- Mermelada de frambuesa
- Gotas de chocolate negro
- Pistachos sin sal
- Un huevo
- Sal
Preparación:
Estiráis la plancha de hojaldre intentando que se quede un rectángulo perfecto. Con una espátula extendéis sobre la masa una capa homogénea de mermelada de frambuesa. Tenéis que dejar un pequeño espacio de unos dos dedos de ancho al final del rectángulo en la parte más cercana a vosotros. Pintáis este trozo de masa con huevo ligeramente batido con un poco de sal para que la masa se pegue y los sneckens no se abran al cocerlos. Esparcís sobre la capa de mermelada las gotas de chocolate intentando que queden bien repartidas y, a continuación, los pistachos troceados. Tenéis que reservar algunos pistachos para esparcir después encima de las piezas.
Enrolláis la masa para formar una especie de canelón intentando que quede bien apretado y que la mermelada no sobresalga y la envolvéis en papel film. La guardáis en el congelador durante 30 minutos para que adquiera consistencia.
Pasados los 30 minutos, con un cuchillo de sierra cortáis porciones de 1,5 cm de ancho y las colocáis en una bandeja de horno forrada con papel vegetal. Tenéis que dejar una separación entre las piezas. Una vez en la bandeja, las pintáis con el huevo y las espolvoreáis con el resto de pistachos troceados. Con el horno a 210 grados, metéis la bandeja en medio y los dejáis hasta que estén dorados y tengan un bonito color. De 12 a 15 minutos, según cada horno.
Observaciones:
Xavier Barriga sugiere otra opción: cambiar la mermelada de frambuesa y las gotas de chocolate por crema pastelera y nueces troceadas.
Pero os aseguro que la primera combinación está de muerte.
El snecken es una especialidad de bollería de mantequilla, en forma de caracola, procedente del centro de Europa.
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