Aunque han bajado un poco las temperaturas por estos lares, no creáis que, en las horas centrales del día, se nota tanto. Dan ganas de estar tirada en la playa sin hacer otra cosa. Pero antes de eso, y bien temprano, ya me he dejado preparada la receta de hoy: unas manzanas envueltas en masa de empanadillas y rellenas de chocolate, sencillas, resultonas y que están buenísimas. Esta receta se la dedico a mi Tere (una de las patas informáticas de este blog) que ayer cumplió años -pero pocos, eh-. Un besazo y una manzana para ella.
Ingredientes: (Una manzana por persona. Yo he cocinado 6)
6 manzanas con el rabito
1/ tableta de chocolate para postres
50 gramos de mantequilla
12 discos de masa para empanadillas
4 cucharadas de azúcar
Un chorrito de coñac
Un limón
Una yema de huevo
Preparación:
Peláis las manzanas y las cocéis enteras en agua con dos cucharadas de azúcar y la corteza del limón unos 15 minutos. Pasado el tiempo, las escurrís y las dejáis enfriar. Con mucho cuidado para que no se rompan, cuando estén frías, les cortáis la parte superior, les quitáis el corazón (con un decorazonador o con un cuchillo bien afilado) y las reserváis. Fundís el chocolate en el microondas con la mantequilla y el coñac y con él rellenáis el hueco de las manzanas y las tapáis de nuevo. Colocáis cada una de las manzanas en el centro de uno de los discos de masa y dobláis la pasta hacia arriba. Les colocáis otro disco en la parte superior haciendo un pequeño orificio para sacar el rabito. Presionáis las masa para que se adhiera bien a las manzanas y queden bien envueltas y las pincháis varias veces con un tenedor. Batís la yema con las otras dos cucharadas de azúcar y pintáis las manzanas. Sólo queda que las metáis en el horno precalentado a 180 grados hasta que estén doradas. No pongo tiempo, tenéis que verles un bonito color dorado.
Observaciones: Es otra forma diferente de comer manzanas asadas. Podéis cambiar la masa de las empanadillas por hojaldre, pasta brick o filo. Y rellenarlas de frutos secos o miel o no rellenarlas.
Tengo la inmensa suerte de que familia y amigos, en cuanto ven un libro de cocina interesante, me lo regalan y si a esto sumamos los que yo me compro, no sé si me va a dar tiempo a leérmelos en toda mi vida. Eso sí, las recetas y las fotos las he visto todas. Este es el caso que os traigo hoy. Mis cuñados Juan Carlos y Ana me regalaron "Cocina con Joan Roca" y estoy encantada con él porque trata técnicas básicas para cocinar en casa y, a excepción de alguna cosilla más complicada, contiene recetas sencillas y asequibles aunque tengas pocas nociones cocineras. He elegido una frittata de calabacín y mascarpone con eneldo que ha resultado ser un plato delicioso, suave y cremoso. La frittata es una elaboración de tradición italiana a medio camino entre una tortilla y una quiche. Con esta receta participo en la repesca deCooking the Chef.
Ingredientes:
12 huevos
120 gramos de queso mascarpone
800 gramos de calabacines
Rúcula
2 cucharadas de mantequilla
Eneldo picado
sal
Para el aceite de eneldo:
Aceite de girasol
Eneldo picado
Cilantro molido
Sal y pimienta
Para la salsa:
100 gramos de queso fresco tipo quark o ricota
4 rabanitos
15 gramos de pimienta antigua en grano
Una lima
sal
Preparación: Empezáis preparando el aceite de eneldo mezclando en un bol pequeño unas cuatro cucharadas de aceite de girasol con el eneldo, el cilantro, la sal y la pimienta y lo reserváis. Para elaborar la salsa mezcláis el queso fresco con un poco de zumo de lima, la sal, los rabanitos en juliana y la mostaza en grano. Podéis añadirle también unos toques de ralladura de lima. Reserváis también. Ahora, la frittata: cortáis los calabacines con la mandolina en juliana fina o a modo de espaguetis, los saláis y los dejáis que suden hasta que pierdan la acidez. Los salteáis con la mantequilla a fuego vivo y los retiráis. Mezcláis los huevos batidos con el queso mascarpone, salpimentáis e incorporáis el eneldo picado. Juntáis el batido de huevos y el mascarpone con los calabacines y los ponéis en una bandeja de horno forrada con papel film apto para horno. Precalentáis el horno a 160 grados, introducís la bandeja y lo cocéis durante 30 minutos aproximadamente (debéis de comprobar que el batido quede cuajado). Para montar el plato cortáis la frittata en rectángulos y la servís acompañada de rúcula, un poco de salsa y un poco de aceite de eneldo.
Observaciones: Podéis servir la frittata fría o caliente. Si no tenéis mandolina, cortáis el calabacín en tiras finas con un cuchillo bien afilado.
Como siga haciendo este calor me voy a ir a vivir a Islandia. Tenía aparcada esta receta por no encender el horno, pero como las tórridas temperaturas se resisten a abandonarnos me he hecho la valiente y aquí os traigo este plato que podría ser una versión de la ratatouille francesa y para el que de nuevo he contado con mi hijo Jacobo, que ha cortado parte de las verduras.
Ingredientes:
4 tomates rojos "apretados"
2 puerros
2 calabacines
Un pimiento rojo
Una berenjena
Un bote de leche evaporada
100 gramos de aceitunas negras
100 gramos de queso Grüyere rallado
Aceite de oliva
Sal y pimienta
Preparación:
Tenéis que cortar todas las verduras en rodajas, ponerlas en una bandeja de horno, rociarlas con aceite, sazonarlas y cocerlas en el horno unos 25 minutos a 200 grados. Mientras, calentáis la leche con el queso hasta que esté fundido, le añadís un poco de pimienta y lo apartáis del fuego. Si compráis las aceitunas con hueso, se lo quitáis. Una vez estén hechas las verduras, les añadís las aceitunas, le vertéis la mezcla de leche y queso por encima y las gratináis con el horno fuerte otros cinco minutos.
Observaciones: Os puede valer para acompañar una carne o pescado, o un primero o una cena de plato único. Si no os gustan las aceitunas negras las cambiáis por verdes. Y lo vamos a acompañar con un vino blanco fresquito de SOQUM pero no uno cualquiera, sino el mejor Verdejo del mundo: Castelo de Medina.
Vuelvo a la carga con las influencias inglesas que me corren, no por las venas, sino por el estómago. He pasado unos maravillosos días en el sur de Inglaterra y de comer mal, ni hablar. Al contrario, me he puesto las botas a base de platos ricos, ricos. Y ahora no hay quien se abroche los pantalones. ¡Qué le vamos a hacer! La receta con la que reaparezco después de las vacaciones es una deliciosa sopa de Stilton, el rey de los quesos en aquel país. Por cierto, además de la variedad azul, hay otra blanca que está de muerte. Se puede tomar templada como la vichyssoise y con estos calores, se agradece. Os aseguro que repetís.
Ingredientes: (He redondeado las cantidades para aproximarlas a las onzas y a las libras inglesas). Para 4 personas.
450 gramos de patatas
350 gramos de brócoli
115 gramos de queso Stilton azul
Una cebolla grande
2 dientes de ajo
Un litro de caldo de verduras o agua embotellada
150 ml de nata
Una cucharada de mantequilla y otra de aceite de oliva
Sal y pimienta
Pan tostado
Preparación: En una olla o un cazo grande calentáis la mantequilla y el aceite y, a fuego suave, sofreís la cebolla picada y los dientes de ajo durante cinco minutos. Añadís las patatas peladas y cortadas a cuadrados y también el brócoli y su tallo troceados. Dais unas vueltas y les añadís el caldo o agua caliente. Dejáis cocer 15 minutos o hasta que las patatas estén blandas. Apartáis del fuego la olla y cuando se templen las verduras, lo trituráis con la batidora. Incorporáis la nata, desmenuzáis el queso Stilton por encima y volvéis a poner la olla en el fuego. Removéis hasta que el queso se derrita. Salpimentáis la sopa, la probáis, y la servís, si os apetece, con rebanadas de pan tostado o unos picatostes.
Observaciones: Esta receta la he sacado de uno de los libros que me compré en Bath. Es una recopilación de Simon Haseltine.
Indudablemente, si no tenéis Stilton a mano, podéis españolizar la receta con un buen Cabrales o afrancesarla con un Roquefort. No queréis mantequilla: la sustituís por otra cucharada de aceite de oliva. No queréis nata, pues leche evaporada. Para esta receta podéis hacer un sencillo caldo de verduras sin sofrito cociendo en un litro y medio de agua una zanahoria, un puerro, media cebolla, una rama grande de apio verde y una cucharadita de sal. En media hora estará listo y siempre será mejor que el agua. La preciosa sopera tiene cien años. Fue un regalo de boda de la abuela materna de mi marido, la yayi Josefa.
English recipe: Y por si se anima mi familia inglesa, en concreto Dean, el cocinero, ahí va la receta en inglés: Stilton soup. A festive way to use up all your Stilton cheese... Ingredients: (Serves 4)
1 lb. potatoes (peeled an cubed)
1 large floret broccoli (shredded-stalk chopped)
1 hunk of Stilton cheese (around 4 oz.)
1 large onion (chopped)
2 cloves garlic (crushed)
1 ltr. vegetable stock
150 ml cream
Salt and pepper (to taste)
Knob of butter and oil
Food preparation: Heat the butter and oil in a large saucepan and add the chopped onion and garlic and gently cook for around 5 minutes until soft. Add the cubed potatoes, broccoli (and chopped stalk) and stock, bring to the boil and then simmer for 15 minutes or until the potatoes are soft. Remove from heat and cool before bin blending in a food processor until smooth. Return to the saucepan an add the cream and crumbled Sitlton and heat gently until the cheese has melted, stirring all the time. Add salt and pepper to taste and serve with a large chunk of crusty bread.