Para celebrar que hoy podemos alcanzar los 40 grados, vamos a comernos este pastel de langostinos que se toma recién sacado del frigorífico y que se prepara enseguida para no tener que estar en la cocina más de lo necesario. Vais a leer lo sencillo que es y más aún si parte de los ingredientes los compráis ya elaborados. Con esta receta inauguro oficialmente mis vacaciones.
Ingredientes: Para la ensalada de cangrejo:
Una docena de palitos de "falso" cangrejo
3 rodajas de piña natural en almíbar
200 gramos de mayonesa
2 cucharadas de ketchup
El zumo de una naranja
Un chorrito de brandy
Para el resto del pastel:
Un paquete de pan de molde sin corteza
200 gramos de mayonesa
Un kilo de langostinos cocidos
Un paquete de palitos de "falso" cangrejo
Preparación: Se trata de un pastel de capas que no tiene ninguna complicación. Lo primero que vais a elaborar es la salsa rosa mezclando la mayonesa con el ketchup, el chorrito de coñac y el zumo de naranja. Éste se lo ponéis al final y poco a poco. Es necesario para que la mayonesa no pierda su consistencia. En un bol ponéis los palitos y la piña cortados en trozos pequeños y les añadís la salsa rosa. Reserváis en el frigo. Ahora peláis los langostinos y los cortáis, también en trozos pequeños; y el resto de palitos los trituráis con un robot de cocina o con un cuchillo bien afilado. Y montáis el pastel así: en un molde desmontable, forrado con papel vegetal, ponéis una primera capa de pan de molde. Tenéis que procurar llenar todos los huecos que queden con tiras más finas de pan. Encima del pan la ensalada de palitos y piña; otra capa de pan que untáis de mayonesa y encima los langostinos troceados; y otra capa de pan untada de mayonesa a la que ponéis por encima la capa de palitos triturados. Tapáis con papel film y a la nevera por los menos un par de horas. Fácil, resultón, delicioso...
Observaciones: Los langostinos pueden ser congelados, pero acordaos de sacarlos del congelador y ponerlos en el frigorífico la noche anterior. La ensalada de cangrejo, la salsa rosa y la mayonesa podéis comprarlas preparadas.
Por mucho calor que haga, el horno no puede conmigo. Lo enciendo, calculo el tiempo y cierro la puerta de la cocina. No obstante el momento de abrirlo, y con la que cae en Cartagena, es casi una heroicidad. Y, además, es que tenía muchas ganas de publicar esta receta de rosquillas en el blog. Advierto: se convierten en un vicio, como las pipas.
Ingredientes: (Para una docena más o menos)
250 gramos de harina
3 huevos
100 gramos de azúcar
100 ml de aceite de oliva
1/2 copa de aguardiente seco
Una cucharadita de anís en grano
Un sobre de levadura
Una cucharada de harina
150 gramos de azúcar glass
2 cucharaditas de zumo de limón
Un clara de huevo
Mantequilla
Preparación: La masa podéis hacerla con cualquier robot, pero sin él se hace también enseguida. En un cuenco grande batís los huevos con el azúcar hasta que blanqueen. Le añadís el aceite, el aguardiente y el anís y removéis con una espátula. Ahora incorporáis la harina y la levadura. Seguís trabajando hasta conseguir una masa uniforme (obtendréis el punto cuando no se pegue). Cogéis pequeñas porciones de masa y formáis bolas del tamaño de una nuez. Las extendéis con un rodillo y con las manos les dais forma de rosquilla. Las vais colocando en una bandeja de horno, untada con mantequilla y espolvoreada con harina, y las horneáis con el horno a 200 grados unos 10 minutos. Mientras se cocinan, ponéis en un cuenco la clara de huevo y le añadís el azúcar glas y el limón, y batís, primero suavemente y después enérgicamente, para montar la mezcla. Pintáis la parte superior de las rosquillas con la glasa, las ponéis en una rejilla y las volvéis a hornear ligeramente, con el horno a 150º, lo justo para que se seque la superficie.
Observaciones: Antes de ponerles la glasa, podéis bañar las rosquillas en un almíbar hecho con mitad de agua y mitad de azúcar. Si se reblandecen un poco no importa porque enseguida las tenéis que meter en el horno. Además del aguardiente, no le viene mal un poco de anís para reforzar el sabor de las rosquillas.
Otra receta que vais a guardar en vuestra libreta de imprescindibles en cuanto la probéis. Qué rica, madre mía, y encima a los niños les chifla y cunde un montón y... vaya, que es perfecta. Se trata de unos macarrones con corteza para chuparse los dedos. Por cierto, ayer fue el día de las Cármenes. Felicidades atrasadas para todas. En mi familia ganan por goleada. Va por vosotras.
Ingredientes: (Para 6 personas)
500 gramos de macarrones
Una pechuga de pollo
Un chorizo asturiano
500 gramos de tomate frito (mejor, casero)
Una trufa
2 huevos
100 gramos de queso rallado
Una cucharada sopera de mantequilla
Aceite de oliva
Sal
Preparación: Cortáis la pechuga en trozos de bocado y cortáis el chorizo en trozos pequeños. En una sartén con un poco de aceite salteáis la pechuga sazonada y, cuando esté dorada, la sacáis a un plato con papel absorbente. En la misma sartén, sin aceite, dais unas vueltas al chorizo junto con la trufa cortada en trocitos, lo sacáis y lo ponéis con el pollo. Cocéis los macarrones siguiendo las indicaciones del paquete y, cuando estén listos, los escurrís y los ponéis en una bandeja de horno con la pechuga, el chorizo y la trufa. Le añadís el tomate frito y mezcláis el conjunto. Y ahora la corteza, que es lo que les encanta a mis "niños": Batís en un bol amplio las yemas de los huevos, les añadís la mantequilla derretida, el queso rallado y las dos claras batidas a parte a punto de nieve. Lo vertéis por encima de los macarrones y los gratináis en el horno precalentado unos 15 minutos o hasta que veáis que la corteza se ha dorado. ¡Cosa rica, oye!
Observaciones: Esta corteza se la podéis hacer a cualquier plato de pasta que se termine en el horno.
Aunque durante el verano haga el mismo calor que en el infierno, en casa seguimos comiendo guisos. Pero no tenéis que estar mucho tiempo en la cocina sudando la gota gorda, ni mucho menos. La receta de hoy es sencilla y en unos 20 minutos está lista. Se trata de unos escalopines de ternera con cerveza.
Ingredientes: (Para cuatro personas)
Un kilo de escalopines de ternera (babilla)
Una cebolla
Un tomate maduro
Una manzana
750 ml de cerveza
Harina
Aceite de oliva
Sal y pimienta
Preparación: Cortáis la cebolla en cuadraditos y la pocháis en una olla con un buen chorro de aceite de oliva. Cuando esté sofrita, le añadís el tomate y la manzana pelados y cortados en trozos pequeños y le dais unas vueltas y lo dejáis cocer hasta que el tomate suelte todo el agua y la manzana esté blanda. Mientras, salpimientáis y pasáis los escalopines por harina. Cuando las verduras estén listas, las sacáis a un bol y en la misma olla ponéis una capa de filetes, otra de verdura, otra de filetes y termináis con otra de verduras. Le añadís la cerveza y lo dejáis cocer unos 10 minutos. Como habréis comprobado es un guiso sencillísimo y ya os adelanto que está delicioso.
Observaciones: Si queréis un plato más completo, podéis acompañar los escalopines con champiñones o patatas fritas.
El pasado domingo hice pellas, pero ya estoy por aquí con una receta tan rápida y tan buenísima que la vais a querer cocinar enseguida. Es mi aportación al reto Cooking the chef del mes de junio que se publica hoy. Esta vez estaba dedicado al cocinero inglés Gordon Ramsey y he elegido sus puerros estofados con avellanas (braised leeks with hazeltnuts). No es un hombre que me guste especialmente, sin embargo, sí me gustan la mayoría de sus recetas y sobre todo dónde las cocina.
Ingredientes: (Dos puerros por persona)
4 puerros
2 dientes de ajo
50 gramos de avellanas tostadas
100 gramos de mantequilla
150 ml de vino blanco
3 ramitas de tomillo
2 cucharadas de perejil picado
Aceite de oliva
Sal y pimienta negra
Preparación: Les cortáis a los puerros la parte verde y los "pelos", los laváis y secáis, y los ponéis a cocinar en una sartén, a fuego lento, con la mantequilla, dos dientes de ajo aplastados, las ramas de tomillo y el vino blanco y les dais la vuelta de vez en cuando. Tenéis que tapar la sartén, pero dejando una pequeña rendija. En unos 25 minutos, dependiendo de su grosor, estarán listos. Mientras, trituráis groseramente las avellanas con un poco de sal y picáis el perejil. Cuando los puerros estén blandos, los sacáis de la sartén y ya en la fuente los espolvoreáis con el perejil y las avellanas. Es una receta estupenda como primer plato o para acompañar una carne o un pescado.
Observaciones: A Gordon Ramsey se le guisan los puerros antes que a mí. En la receta original pone 12 minutos pero de eso nada.
El tomillo fresco me lo ha regalado mi compa de trabajo Cristina. Lo cultiva ella misma. Gracias, profe.