Ingredientes:
- Una rosca de pan o un pan redondo, a vuestro gusto. Yo hago las dos modalidades.
- 250 gramos de queso Emmental
- Un buen manojo de albahaca fresca (unos 100 gramos)
- 30 gramos de piñones
- 50 gramos de queso parmesano
- Un diente de ajo
- 100 ml de aceite de oliva
- Una cucharadita de sal
Preparación:
Primero hacéis el pesto: laváis las hojas de albahaca y las escurrís muy bien. Las metéis en el vaso de la batidora con el parmesano, los piñones y el ajo, y lo batís. Cuando esté batido le añadís el aceite y la sal y seguís batiendo hasta conseguir una especie de pasta para untar. Para terminar la receta sólo tenéis que tener un poco de maña para cortar el pan. El cuchillo tiene que llegar hasta el final del pan pero sin cortarlo del todo. Lo dividís en cuadrículas y las vais llenando, primero de pesto, y luego de trozos de queso.
Metéis el pan en el horno precalentado a 200 grados, sólo por la parte de arriba, y lo dejáis hasta que el queso empiece a derretirse.
La servís muy caliente y la idea es que los comensales saquen "con los dedos" los cuadrados de pan impregnados de pesto y queso. ¡Indescriptible!
Observaciones:
Un buen vino tinto y esta rosca y se olvidan todas las penas por un rato.
Para los más vaguetes, el pesto lo podéis comprar envasado, pero como siempre os escribo, no es lo mismo y es que además, se hace en un santiamén.
La albahaca que compro es de cultivo ecológico.
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