Ingredientes:
Para los bizcochos:
- 120 gramos de mantequilla sin sal, ablandada
- 400 gramos de azúcar extrafino
- 360 gramos de harina
- Una cucharada y media de levadura en polvo
- 40 gramos de coco deshidratado
- 1/4 de cucharadita de sal
- 3 huevos grandes
- 260 ml de leche de coco
- 100 ml de leche entera
- 500 ml de leche de coco
- 250 ml de leche entera
- Una cucharadita de esencia de vainilla
- 7 yemas de huevo
- 300 gramos de azúcar extrafino
- 40 gramos de harina
- 40 gramos de harina de maíz (Maizena)
- 200 ml de nata para montar
- 50 gramos de coco fresco, cortado en virutas con un pelador
Necesitáis tres moldes de 20 centímetros para hacer los bizcochos.
Precalentáis el horno a 170 grados y forráis los moldes con papel de hornear.
Con una batidora de varillas eléctrica o una batidora amasadora con pala batís la mantequilla, el azúcar, la harina, la levadura en polvo, el coco deshidratado y la sal a velocidad baja hasta que obtengáis una mezcla de consistencia granulosa.
Ponéis los huevos en una jarra con la leche de coco y la leche entera y lo batís a mano con unas varillas. Ahora vertéis los ingredientes líquidos sobre la mezcla de ingredientes sólidos y batís con la batidora de varillas eléctrica hasta que estén bien mezclados.
Repartís la masa en los tres moldes y los horneáis durante 20 o 25 minutos o hasta que los bizcochos estén dorados. Es importante que una vez fuera del horno los dejéis que se enfríen un poco dentro de los moldes antes de desmoldarlos en una rejilla. Se tienen que enfriar completamente para montar la tarta.
Mientras se hornean los bizcochos, preparáis la crema pastelera para el relleno y el glaseado de la tarta.
En un cazo vertéis la leche de coco, la leche entera y la esencia de vainilla y lo lleváis a ebullición. En un cuenco ponéis las yemas junto con el azúcar, la harina, la Maizena y los batís hasta conseguir una pasta espesa. Si se seca demasiado y se quiebra, le añadís una cucharada de la mezcla de leche para aligerarla. Cuando la mezcla de la leche hierva, añadís 4 o 5 cucharadas a la pasta de harina y removéis hasta que tenga una consistencia líquida espesa. Vertéis este líquido en el cazo con el resto de la mezcla de leche y sin dejar de remover, volvéis a llevar la crema a ebullición y dejáis que hierva para que espese. Debería hervir durante al menos un minuto para que las dos harinas se cocinen.
Vertéis la crema pastelera en una fuente de horno, la cubrís con papel film para que no se forme una película y dejáis que se enfríe completamente durante unos 30 minutos. Mientras se enfría, batís la nata hasta que esté semimontada. Acordaos de meter la nata y el cuenco donde vayáis a batirla en el frigorífico para que ambos estén muy fríos.
Cuando la crema pastelera esté fría, la ponéis en un cuenco y la removéis para deshacer los grumos que se habrán formado mientras reposaba en la fuente. Seguís removiendo hasta que la crema esté suave. Le incorporáis la nata semimontada, mezcláis con mucha suavidad y la metéis en el frigorífico durante unos 20 o 30 minutos para que se enfríe y cuaje ligeramente.
Un vez que las bases de bizcocho se hayan enfriado, ya podéis montar el pastel.
En la fuente que vayáis a servirla, ponéis un poco de la crema para que el primer bizcocho no se mueva y lo cubrís con 3 o 4 cucharadas de la crema pastelera de coco, alisáis con una espátula y si es necesario le añadís más crema. Seguís con el segundo bizcocho, la crema, alisáis de nuevo y ponéis encima el tercer bizcocho. Con el resto de la crema, glaseáis el contorno cubriendo la tarta por completo para que no se vea nada de bizcocho.
Para terminar, esparcís generosamente las virutas de coco sobre la parte superior y los laterales y dejáis espacio, si queréis, para alguna decoración que os apetezca.
Si queréis tostar el coco, penéis las virutas en una fuente y las doráis en el horno precalentado a 180 grados unos 4 o 5 minutos, pero tenéis que vigilarlas porque se tuestan muy fácilmente.
Observaciones:
Ya sé que no es una receta sencilla como a las que os tengo acostumbrados, pero no estaría de más que un día os liarais la manta a la cabeza y os marcaseis un farol. Este pastel os va a gustar tanto que vais a ser reyes por un día en casa.
Por si os dais una vuelta por London, podéis encontrar The Hummingbird Bakery en Portobello Road (Notting Hill), en South Kensington, en el Soho, en Spitalfields, en Islington, en Richmond Surrey, en Deliveries y en Costomer Care. Y si no es probable que vayáis en breve, siempre os quedarán sus libros. Ya tienen cuatro publicados. Ah, también tienen tres sucursales en Dubai, por si os pilla más a mano.
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