- 6 huevos
- Un calabacín
- Unos 6 champiñones naturales
- Una latita pequeña de guisantes al natural
- 2 cebollas tiernas
- La parte blanca de un puerro
- 300 gramos de atún en aceite
- Un diente de ajo
- Una guindilla roja seca
- Perejil, sal
- Aceite de oliva
Peláis el calabacín, lo cortáis en dados y lo ponéis en una sartén con tres cucharadas de aceite y sal. Sólo tenéis que saltearlo. En cuanto le deis unas vueltas, añadís las cebollas, el puerro y el ajo picados y lo sofreís durante 15 minutos. Pasado este tiempo, agregáis los champiñones troceados, dos rodajitas de guindilla y el perejil también picado. Cuando la verdura empiece a soltar su jugo, añadís el atún escurrido y desmenuzado y los guisantes, y dais unas vueltas durante dos minutos.
Batís los huevos y los mezcláis con el sofrito de verdura. En una sartén antiadherente –si tenéis una sartén tortillera mucho mejor– ponéis un poco de aceite y cuando éste muy caliente, vertéis la mezcla de huevos y verduras y cuajáis la tortilla. Le dais la vuelta y cuando empiece a dorarse la retiráis del fuego. Las vueltas que le deis depende de lo cuajados que os gusten los huevos. Por ejemplo, a mi madre le gustan con el huevo casi crudo, extremo que a mí, personalmente, me da un asquito (aaggg). Pero ya lo decía aquel: sobre gustos no hay nada escrito.
Podéis cambiar las verduras por otras, pero con esta combinación sale una tortilla deliciosa, lo comprobaréis en cuanto la probéis. Palabrita del niño Jesús.
Además de los bocadillos de tortilla
El ramo de cilantro de la fotografía me lo ha regalado mi prima Alicia que sabe lo mucho que me gustan las hierbas. ¡Gracias!