Ingredientes:
- Una pieza de queso de Camembert de unos 250 gramos
- 2 dientes de ajo
- Una ramita de romero fresco
- 100 gramos de queso parmesano
- Aceite de oliva
- Pimienta negra recién molida
- Sal marina
(cuatro personas que os coman muy bien)
- 400 gramos de la pasta que queráis. Jamie la hace con rigatoni y yo también esta vez del número 24
- 250 gramos de espinacas frescas
Preparación:
Lo primero que vais a hacer es preparar el queso para meterlo en el horno. Abrís la caja, quitáis el papel que envuelve el queso y lo volvéis a poner en la cajita de madera. Recortáis un círculo de la corteza de la cara superior del queso y ponéis encima los ajos laminados, la pimienta molida, un chorro de aceite de oliva y las hojitas de la rama de romero. Ahora ponéis el queso en una bandeja y lo metéis en el horno precalentado a 180 grados unos 25 minutos. Tiene que quedar fundido y dorado.
Mientras, ponéis una olla con agua y sal marina al fuego. Cuando el queso lleve 10 minutos en el horno, echáis la pasta a la olla y la cocéis según indiquen las instrucciones de la bolsa. Estos rigatonis han necesitado 14 minutos.
Cuando la pasta esté cocida, le añadís las espinacas y las cocéis unos 10 segundos. Ahora, escurrís la pasta con las espinacas, las volvéis a poner en la olla, les echáis un buen chorro de aceite, el parmesano rallado y sazonáis con sal y pimienta negra
Sacáis el queso del horno que ya estará listo y, a partir de aquí, dos opciones, o servís la pasta y lleváis el queso asado a la mesa para que cada comensal se ponga el que quiera -y como escribe Jamie Oliver se atiborre a su gusto- o la lleváis con el queso ya mezclado como he hecho yo.
Esta receta es del libro "Escuela de cocina", obviamente de Jamie Oliver.
La fuente de cristal es de Valentí y, en varios tamaños, la encontráis en SEVRES.